Los tres jóvenes socios artífices del nuevo restaurante T38, en la zona de la Plaza de Las Flores, se definen como «descubridores de experiencias y sabores», y vienen demostrándolo desde el pasado 20 de noviembre en su interesantísimo espacio gastronómico, situado en la calle Baeza de Murcia, en el corazón del tapeo murciano.

T de «toda la vida juntos y de que somos tres», y 38, «en honor al paralelo 38 norte que pasa por la ciudad de Murcia», nos explican el sumiller Matías Fernández Hita, el chef José Francisco García Orenes y el barman Juan Peñaranda Galián, cuando le preguntamos por el enigmático nombre de su restaurante. Verónica, Isabel y Carlos completan el equipo JASP (Jóvenes Aunque Sobradamente Preparados) que compone T38.

José Francisco, Matías y Juan, además de compatir su pasión gastronómica y su formación, han compartido también trayectoria profesional en stages con los hermanos Roca en Celler de Can Roca, Paco Pérez de Miramar, Dabiz Muñoz de DiverXo, Nacho Manzano de Casa Marcial, Paco Morales de Noor y puestos de responsabilidad en el Grupo Triciclo de Madrid.

Preside la pared principal de T38, tras la barra, la figura de un mitológico grifo con cabeza de cerdo, patas de ave y cola de pez, los tres ingredientes básicos de su carta. El local, con suelo de madera, sillas azules tapizadas con tela de sacos de café y mesas sin manteles, está dividido en dos espacios: la zona de barra y el salón interior, donde se encuentra la cocina y cuentan con un aforo total de unos 45 comensales. Nos llamará la atención los prácticos enchufes en la barra para cargar los móviles, las colañas del techo o los dos simpáticos guardianes de la barra interior, dos pequeños muñecos de la Guerra de las Galaxias, un Darth Vader y un soldado.

Cuando nos sentamos a la mesa, nos reciben con aceitunas variadas y cebollitas y nos llamará la atención el color cobre de sus cubiertos, apoyados sobre trocitos de madera.

Menú degustación por 35 euros

Cuentan con tres menús para grupos por 28, 35 o 40 euros, y un menú degustación personalizado para cada cliente, por unos 35 euros aproximadamente.

La carta de T38 no es especialmente extensa, pero sí que es original y sorprendente, comenzando por sus ‘Para ir abriendo boca’, encabezados por caballitos (ellos los llaman ‘Cabaollitos’); sus ostras al natural o elaboradas aliñadas, ahumadas o en tempura; su marisco a la brasa; el espectacular cebiche de corvina salvaje con leche de tigre de maracuyá, y su steak tartar.

Ofrecen tres tipos de ensaladas en su apartado ‘Un poquito fresco’: la murciana, la de anís, cítrico y mar y la ensalada de manitas de cerdo con verduritas encurtidas. En el apartado ‘El limbo’ encontramos sus raviolis de zarangollo, canelón de txangurro, pulpo glaseado com trixat, guiso de pochas con pato y setas, setas con yema de huevo y foie y caldero en dos pases.

Sus platos más potentes los encontramos en el apartado ‘Fin de fiesta’, con su raya a la brasa con sopa thay, el rodaballo con escalibada y el pil pil de sus espinas, lomo de vaca o el especial ciervo marinado con cacao y café. Fuera de carta destacan sus manitas o la olla de cerdo, el ajoblanco o su salmorejo con lámina de vaca marinada, picatostes y mayonesa de chupol.

Entre sus postres, además de tablas de quesos, nos ofrecen pesto con bizcocho y helado de albahaca, o su espuma de hierbabuena y frutas frescas. Preparan espectaculares cócteles y su carta de vinos varía cada semana con especial atención a los vinos de Jerez.