El mítico DeLorian DMC 12 permitía a los protagonistas de Regreso al futuro viajar al pasado y hasta cambiar el destino de la historia. Pero los murcianos no tenemos ni que coger el coche para regresar al pasado cuando queramos, puesto que podemos llegar a pie, en la zona de las tascas, hasta el veterano 'retrobar' La Chica de Ayer, regentado desde diciembre de 2015 por Pablo Cánovas Lorca.

La mejor música de la movida de los ochenta y de los años noventa suena todos los jueves, viernes y sábados del año en un local que es mucho más que un bar de copas y que se ha convertido en un auténtico refugio para quienes vivimos esas décadas y hoy peinamos canas, o ni siquiera nos peinamos ya, pero continuamos teniendo los mismos gustos musicales y seguimos sintiéndonos jóvenes.

No sólo la música, todos y cada uno de los detalles que conforman la decoración de La Chica de Ayer nos retrotraen a nuestra juventud: decenas de vinilos originales con sus carátulas de Loquillo, Alaska y Dinarama, Madonna, Gaby, Fofó, Miliki y Fofito, Tino Casal, Village People, Mecano, Olé Olé, Rafaella Carrá, Raphael, Camilo Sesto, Nacha Pop, La Trinca, Grease, Pippi Calzaslargas, Báccara, Samantha Fox, Durán Durán, Michael Jakson o los míticos pósters de Sabrina, La Bruja Avería o el de Mázinger Z, por el que un coleccionista llegó a ofrecer 500 euros; por supuesto, no lo pudo conseguir, y cuelga todavía en las paredes del local.

La Chica de Ayer cuenta con dos diferentes espacios: la zona de la barra principal, presidida por un gran mural protagonizado por la Rana Gustavo, la cerdita Peggy y Coco, de Barrio Sésamo, y la zona de baile interior, que también cuenta con una barra que usan para celebraciones, cumpleaños, bodas, aniversarios y todo tipo de eventos.

El local de La Chica de Ayer, que antes fue una vivienda particular, abrió sus puertas hace quince años y hace tres fue reformado, mejorando su sonido, su insonorización y su refrigeración. Cuenta con una clientela fija, con una media de edad alta que se niega a renunciar a sus gustos, la buena música incombustible y hasta a tomar sus copas en los desaparecidos vasos de tubo con los que aún cuentan.

Copas desde cinco euros y cervezas Alhambra Reserva, Estrella Galicia y Coronitas, mientras cada día suenan canciones emblemáticas como el Cádillac solitario, y algunos temas de Los Ronaldos, Tequila, Raphael o Rafaella Carrá. La penúltima canción en sonar cada día es No puedo evitar pensar en ti, de Duncan Dhu, y la última, como no podía ser de otra manera, La chica de ayer, de Antonio Vega y Nacha Pop.