Caballos del Vino

Caravaca vibra al son de la fiesta

Hoy concluyen las celebraciones en honor de la Vera Cruz con la procesión final, que conducirá al Lignum Crucis hasta su basílica

El Desfile Infantil llenó de alegría y color la vía principal de la localidad

El Desfile Infantil llenó de alegría y color la vía principal de la localidad / Enrique Soler

Enrique Soler

Enrique Soler

La Gran Vía caravaqueña volvió a convertirse en la ciudad eterna del medievo, con la Gran Parada Desfile de Cristianos, Moros y Caballos del Vino. La Comisión de Festejos instaló cerca de 9.000 localidades de tribuna, agotadas días antes del desfile, que puso el broche de oro a estas fiestas 2024, inmersas en la celebración del Año Jubilar. Un año muy especial, en el que se cumple el XX aniversario de la declaración de Fiestas de Interés Turístico Internacional. Cada año, miles de personas vienen a la Ciudad Santa atraídos por sus fiestas y los diferentes ritos que se celebran.

Abrió el cortejo los gigantes junto al Tío de la Pita y su tamboril. Seguidamente, fue el turno de las amazonas de los Caballos del Vino, las hermanas Andrea y Natalia López Pospescu, luciendo sus trajes de gala. En la comitiva, la carroza del bando con el enjaezamiento de la Peña Al-bino, que consiguió el primer premio el pasado día 2 de mayo; y el de Mel-Azules, que quedó en primer lugar del segundo bloque y ascenderá en 2025 a la división principal de los mantos.

Caravaca vibra al son de la fiesta | FOTOS DE ENRIQUE SOLER

La Cruz, bajo palio, fue transportada a los hogares de las personas impedidas y enfermas / ENRIQUE SOLER

También participó el caballo Kilogramo vs, que se alzó con el primer puesto del Concurso Morfológico del día 1, propiedad de la yeguada local El Gato, así como Piropo de la Peña Retorno, que fue el más veloz de los 56 que participaran en el festejo y se alzó con el premio de Carrera, parando el crono en 8,310.

El segundo bloque del cortejo lo formaron las cabilas del bando Moro, con sus sultanes Francisco Martínez y Julia Martínez, interpretando los papeles de Ceyt Abuceyt y Aixa. También estuvieron los príncipes de Al-Ándalus, Herminio Montiel y Nathalia Sáez, que este año cruzaron la Gran Vía en una gran carroza, gran emoción en el ‘festódromo’ caravaqueño, ya que este es su último año como representantes de las filas agarenas. La Mora del Año, María José Polo, desfiló acompañada de un boato. Y completó el espectáculo de colorido y música el bando Cristiano, con sus reyes Fernando III El Santo y Beatriz de Suavia, este año encarnados por Andrés Varro y Guillermina Andújar, así como los infantes don Alfonso y doña Violante, los hermanos Javier y Elena Ramírez. Una representación de los Tambores de Mula abrió las huestes cristianas.

Emulando lo que sus mayores hacen en la mañana del 2 de mayo, un total de 31 peñas de ponis participaron en el Desfile Infantil de los Caballos del Vino, que recorrió la Gran Vía hasta desembocar en última cuesta que da acceso a la Lonja de la Fortaleza. Allí se midieron las fuerzas para descubrir quién es el animal más veloz. Este año Jubilar, la Peña Mini-aspirante se alzó con la victoria, parando el crono en 11,66. La segunda posición fue para Mini-artesano (11,81), mientras que el tercer puesto fue para Flecha Roja, que invirtió un tiempo de 12,15.

Caravaca vibra al son de la fiesta

Las huestes de la media luna desfilaron por la Gran Vía caravaqueña con la solemnidad que les caracteriza. / Enrique Soler

Paralelo al bullicio de desfiles, colorido, música y alegría, la ciudad despertaba con el tintineo de la campana que iba recorriendo todas las calles de Caravaca. Con ese sonido, la Cruz bajo palio fue en busca de los que más la necesitan: sus hijos enfermos e impedidos. Se encogen los corazones y es imposible que las lágrimas no afloren. Entra a los hogares al grito de «la Santísima Cruz entra en esta casa». Muchos lloran, otros lanzas sus plegarias y otros solo pierden la mirada. Muchos saben que será la última vez que tengan el leño de Cristo en sus labios. Una parada obligatoria fue en el convento Santa Clara, lugar donde se efectuó la lluvia de pétalos.

Hoy concluyen de manera oficial las fiestas en honor a la Vera Cruz de Caravaca. Durante toda la jornada seguirá la Cruz de Impedidos visitando hogares hasta las cinco de la tarde, que tendrá lugar la misa en la iglesia de El Salvador. Posteriormente, partirá la solemne procesión final, que conducirá al Lignum Crucis hasta su basílica.