Opinión | Apuntes del natural

Aguas y protestas crecientes

La que se está liando en los campus universitarios norteamericanos con las protestas contra el Gobierno de Biden por seguir mandándole armas a Netanyahu para que masacre a hombres, mujeres y niños en Gaza

Candela Peña y Tristán Ulloa interpretan a los padres de Asunta en la serie de Netflix.

Candela Peña y Tristán Ulloa interpretan a los padres de Asunta en la serie de Netflix. / D.I.

Desastre. Dice la NASA que, si no se hace nada para frenar las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera, el nivel del mar en nuestra Región subirá 79 centímetros. O sea, que en los hogares del Mar Menor, todo el mundo estará en el cuarto de estar con el agua por las rodillas y las camas tendrán que ser flotantes. Cómo es posible que vayamos a llegar a esto, que les dejemos a nuestros descendientes un planeta destrozado aun sabiendo por los muchos avisos que se han producido desde la ciencia y la investigación de que ese es el destino que nos espera si no le ponemos coto a tanta barbaridad.

Se va a portar bien, la perra. Una señora de unos sesenta años, bien vestida y maquillada, a su perra, a la que lleva andando por la calle: «Ahora mi niña se va a quedar con Paco y no va a dar la lata ni va a ladrarle a la abuela, ¿verdad, cariño?».

Óbito. Ha muerto Paul Auster y da pena. Cuántos ratos buenos nos ha hecho pasar con sus libros. Hace unos meses compré de segunda mano una novela suya que no había leído, Invisible, de 2009. Una belleza de libro, de los mejores suyos.

El escritor estadounidense Paul Auster.

El escritor estadounidense Paul Auster. / EP

Pájaros. Es curioso, pero si tienen ustedes una terraza o un espacio mayor con plantas, si le ponen algo de comida a las aves, por ejemplo, el pan que ha sobrado, puesto a remojo, verán que se acostumbran a venir a comer y pueden observar la variedad de pájaros que acuden. Aunque la mayoría son gorriones, también suele haber verderoles, pajaritas de las nieves, mirlos y hasta algún jilguero o ‘cabernera’, como se les llama por aquí. Los pájaros dan alegría. Si les gustan, claro.

Taco. Un hombre mayor va discutiendo por la calle con otro de igual edad. El primero se para y, muy airado, casi grita: «¡Que no! ¡Recontracoño!».

Antes no era así. Vuelvo a ver la misma escena que otras veces. En un banco de un parque cercano a varios colegios, a mitad de la mañana, una pareja de jóvenes está sentada. Ella echando su pierna por encima del muslo del chico. Y, ambos, él y ella, con el teléfono en la mano, mirando la pantalla y sin hacer ningún caso de su acompañante. Cuando yo era joven, los chicos y las chicas que estábamos sentados en un banco de un parque porque habíamos decidido no asistir a una o varias clases, no teníamos las manos en los teléfonos.

Grandes protestas. La que se está liando en los campus universitarios norteamericanos con las protestas contra el Gobierno de Biden por seguir mandándole armas a Netanyahu para que masacre a hombres, mujeres y niños en Gaza. Casi 40.000 muertos que llevan ya y pretende seguir matando. Pues que se ande Biden con ojo porque la cosa puede costarle perder las próximas elecciones por ausencia de sus votantes. En EE UU hay tradición de que los universitarios monten movidas de gran tamaño, como cuando protestaron contra la guerra de Vietnam, que se lío una tremenda. Y es que lo de Gaza es ya una vergüenza mundial.

Vista de Jan Yunis, ciudad en el sur de Gaza, tras los ataques israelíes

Vista de Jan Yunis, ciudad en el sur de Gaza, tras los ataques israelíes / Europa Press/Contacto/Omar Ashtawy

Series. He visto la serie El caso Asunta. Ya conocía el documental que se hizo sobre este tema, pero la serie me ha parecido todavía más impactante. La interpretación de Candela Peña es de antología. Nunca he comprendido cómo es posible que una mujer, que cada vez que aparece en la tele o en la radio con una entrevista dan ganas de apagar el artefacto porque va diciendo una inconveniencia tras otra, luego es capaz de llevar a cabo una interpretación de esta categoría. Si en la serie Hierro estaba bien, aquí es que impresiona de verdad. Y lo mismo Tristán Ulloa y los demás. Ahora, les aviso: te pone de muy mal talante. La historia que cuenta es horrible y encima es real.