Cada vez queda menos para una de las citas musicales más importantes del año: el Festival de Eurovisión. Con las expectativas puestas en la pareja televisiva del momento, Amaia y Alfred, nos detenemos un momento a analizar el amplio despliegue que entraña.

Eurovisión es una espectacular producción a nivel técnico y humano que conlleva un gasto de la misma envergadura. Pero ¿quién asume estos costes?

Por regla general los gastos se dividen entre el Gobierno del país en el que se realiza el festival, el Ayuntamiento de la ciudad que acoge el certamen y la televisión nacional que emite la señal. En ese sentido, el dinero que se destina a Eurovisión, varía en función del país organizador y lo que quiera/pueda invertir en la cita.

Durante los últimos años, la inversión destinada a la organización del certamen oscilaba en torno a los 18 y 40 millones de euros. Los patrocinadores y la venta de entradas, en buena medida, pueden ayudar a lograr parte de esa inversión.

El país que más dinero invirtió en el certamen musical, con diferencia, fue Azerbaiyán en 2012 (alrededor de 100 millones de euros); en el lado contrario, el país que menos presupuesto dirigió a Eurovisión fue Suecia en 2013 con 15 millones de euros.

¿Es rentable organizar Eurovisión?

A priori, el esfuerzo económico que tienen que realizar las partes organizadoras puede resultar astronómico, sin embargo la afluencia de turistas que viajan hasta el meollo para disfrutar el festival en primera persona o en las fechas posteriores recompensa esa inversión.

Alrededor de 30.000 personas visitan la ciudad anfitriona durante el año que se organiza Eurovisión. Gente que consume, duerme, come, visita? la ciudad y el país, y no sólo eso, sino además recomendará a sus contactos el periplo.

¿Cuánto le cuesta a España poder participar en Eurovisión?

España paga cada año una cantidad de dinero a la Unión Europea de Radiodifusión (UER) para poder participar en Eurovisión, ya que nuestro país ha estado presente en el festival desde 1961. Por ser uno de los cuatro países que más ha aportado al certamen tiene como recompensa pasar directamente a la final cada año.

A a finales de 2017, la Corporación RTVE reveló por primera vez los costes de participar y emitir el Festival de Eurovisión, en concreto, el montante correspondiente a la edición de 2015 en la que participó Edurne, que fue de 396.918,47 euros, de los cuales 286.873 euros se debieron al pago por retransmitir las dos semifinales y la final. En ella, se incluían los viajes, las dietas y los alojamientos de todo el equipo que la televisión pública que se desplazó hasta el festival.

En 2016, España desembolsó 445.235 euros para llevar a Barei, la inversión más cara de la historia pese que al mal resultado (quedó en la 22 posición de 26). Solo el pago a la UER de los derechos de retransmisión de las dos semifinales y de la final ya significó un coste de 293.304,21 euros, casi cincuenta mil más que los de Edurne.

Pese que pueda sorprendernos esta cantidad, es bueno compararlo con otras producciones: por ejemplo, un capítulo de ´Cuéntame cómo pasó´ cuesta 790.000 euros y un programa de Masterchef Junior", 689.000.

El año pasado, con Manel Navarro como candidato, RTVE tuvo que asumir el coste íntegro de Eurovisión al no contar con un patrocinador cultural, como en otras ocasiones. Sin embargo, el coste no ha trascendido, siguiendo la política de la cadena de negarse a publicar las cifras.

Vistas las cantidades y los resultados mucha gente se pregunta si vale la pena que España siga invirtiendo tanto dinero para participar en el Festival de Eurovisión. No obstante, desde RTVE se destacó "los excelentes datos de audiencia" obtenidos por el festival, que en 2015 lograron enganchar a más de 7.000.000 de personas.