La ministra israelí de Cultura y Deportes, Miri Reguev, insistió en que Eurovisión se debe celebrar en Jerusalén y, si no, deberá tener lugar fuera de Israel, después de que el país ganase la última edición de la mano de Netta Barzilai y su tema 'Toy'.

"Recomendaré al Gobierno que, si Eurovisión no se puede celebrar en Jerusalén, no seamos los anfitriones", dijo la ministra en una entrevista recogida esete viernes por el 'Jerusalem Post', en la que agregó que: "la Unión de Radiodifusión Europea (EBU) no puede decidir dónde Israel celebrará Eurovisión".

Las palabras de Reguev se producen días después de que la selección argentina cancelase un amistoso con la israelí previsto para el sábado, tras el cambio de ubicación de Haifa a Jerusalén, y la presión recibida por grupos de boicot y amenazas a los jugadores y sus familiares.

El concurso musical europeo "cuesta a Israel 50 millones de shékels (unos 12 millones de euros). Está diseñado para hacer publicidad del país. Es un show musical bello que trae aquí a todos los países. Personalmente, creo que, si no es en Jerusalén, sería un error invertir esos fondos públicos. Jerusalén es la capital del Estado de Israel y no debemos avergonzarnos de ello", declaró Reguev.

Pese a que Jerusalén ha sido designada por Israel como su capital, el mundo no reconoce como tal la ciudad, cuya parte oriental está ocupada a los palestinos desde 1967.

Este consenso histórico empezó a cambiar con la decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de reconocer la ciudad santa como capital israelí y mover aquí, el pasado mayo, su Embajada de Tel Aviv, pasó que siguieron días después Guatemala y Paraguay.

Israel es el país encargado de organizar el próximo festival de Eurovisión después de que la cantante israelí Netta Barzilai ganara la edición de 2018, celebrada en Lisboa, con la canción "Toy".

Fuentes de la industria cultural citadas por el diario Yediot Aharonot señalaron que cada vez hay menos posibilidades de que el concurso tenga lugar en Jerusalén, sobre todo tras la cancelación esta semana del amistoso con Argentina.

"Es difícil imaginar que la EBU acuerde ir a un lugar donde la mayor estrella de fútbol (Messi) no quiera ir. Los ejecutivos de la EBU tienen miedo de que muchos países que participan en Eurovisión decidan no venir a Jerusalén, que ha sido señalada como una ciudad problemática para este tipo de eventos, tanto diplomática como políticamente", dijo el experto.

Fuentes de EBU habrían pedido a Israel que elijan una ciudad "menos divisiva y controvertida" que Jerusalén.

El digital conservador Arutz 7 aseguró hoy que los europeos han pedido a Israel que presente al menos dos ciudades como posibles anfitrionas del espectáculo y que mostraron su preocupación de que el evento sea boicoteado de programarse finalmente en Jerusalén, donde sí se celebró en 1979 y 1999.