Jorge Javier Vázquez debería plantearse eso de irse de vacaciones. El presentador ha vuelto a desvelar en su blog de Lecturas su accidentado viaje a Sidney y las islas Fiji.

Lejos del paraíso que esperaba encontrar, el catalán se ha sentado muy defraudado con las playas del lugar y con el hotel escogido para la ocasión. Si ya su visita a Tailandia fue "desastrosa", esta ha alcanzado la categoría de "vuelvo a mi casa, de donde no debería haber salido en todo el verano".

Y es que su primer mes de agosto sin pareja le llevó a embarcarse en un largo viaje con un matrimonio amigo. Lo que parecía que iban a ser unas vacaciones de ensueño han terminado convirtiéndose en una mala pesadilla, así lo ha narrado él en El diario de Jorge Javier: "Hace una hora mi amiga me estaba cortando las uñas de las manos y, de repente, le digo: 'Se está moviendo el suelo'. Nos levantamos los dos de golpe y también su marido. Continúa el movimiento. Hasta que a los pocos segundos para. Lo que nos faltaba, Hemos vivido un ligero temblor de tierra. Nos entra la paranoia y miramos al mar a ver si se avecina un tsunami. Qué mal rollo".

Un pequeño terremoto al que se suma el mal tiempo: "Aterrizo en Fiji buscando playa y me encuentro con que tengo que echar mano de la ropa de Sidney: jerseys de manda larga para desayunar. Y a veces incluso una mantina. Llueve y hace frío, no hay más que añadir, señores".

Una experiencia difícil de olvidar en la que ha querido remarcar que no se ha sometido a ningún retoque estético: "Hablé con un amigo y me contó que, pese a que he explicado que no me había operado la cara, los medios continúan erre que erre y no me creen. Que aproveché para operarme durante esos días que no subí ninguna foto a las redes. Por no hablar de que tampoco se creen que haya perdido quince kilos. No estaba al tanto de la historia porque he decidido desconectar de mí y de mis circunstancias durante todo el tiempo que esté fuera".