Menos mal que ahora desde el Gobierno central, a través de su demarcación de costas, se ha puesto fin a esta hemorragia que sufría un lugar llamado a convertirse tarde o temprano en visita obligada.

Las baterías de las Cenizas en Portmán, y Castillitos se erigieron como guardianas de Cartagena en su defensa marítima. Sus más que espectaculares cañones y un diseño en su arquitectura que tiene más parecido con la entrada a un parque temático que a una instalación militar, hacen de ellas un lugar privilegiado para algún día albergar cualquier tipo de instalación turística (restaurantes, albergues, hoteles…) y poder explotar como se merece este rincón insólito de la semana.

El camino a seguir dependerá de si llegamos a la zona vía Mazarrón o por la ciudad departamental. Si venimos desde la primera población habrá que ir dirección a La Azohía (donde encontrarás sitios muy recomendables para comer bien, con el Mediterráneo como acompañante permanente). Dejaremos atrás la población de Isla Plana y, justo un par de kilómetros antes de llegar a La Azohía, tomaremos la carretera dirección Canteras y Cartagena.

A un kilómetro aproximadamente a nuestra derecha aparecerá el cruce que nos indica Campillo de Adentro. Tras dos kilómetros nos encontraremos con esta población, que la dejaremos a nuestra izquierda (de todas formas, si queréis conocer una cala en la que merece la pena darse un buen baño, a vuestra izquierda una pista en buen estado os llevará tras tres kilómetros hasta una antigua casa de la Guardia civil que asoma directamente al Mediterráneo). Volviendo al itinerario, tras dejar Campillo de Adentro a la izquierda, a partir de este momento una continua y constante subida nos llevará tras unos diez kilómetros hasta las mismas puertas de la batería militar.

Tan solo en lo alto de la montaña, un pequeño cruce puede equivocarnos. Recordad que tenéis que girar a la izquierda y pasar por un cartel que anuncia ´prohibido el paso, zona militar´. Ni está prohibido ni hay militares, así que pasad sin miedo.

Llegando a la batería, y tras cruzar un puente, nacen dos caminos que os llevan a playas desiertas. Hay que llevar cuidado si van niños. En verano la subida con el calor es un pequeño calvario.

Una vez llegado a nuestro destino, lo mejor es recorrer toda la batería (no es pequeña) a pie. Las vistas son de lujo, el mar Mediterráneo abraza este rincón de la semana como quien abraza un tesoro. Algún día se pagará por visitar esta zona, tiempo al tiempo.

Recomendaciones: Calzado cómodo. Dificultad: baja. Mejor época: todo el año, aunque la visita sería excepcional cualquier día soleado de otoño e invierno.