MIGUEL HERNÁNDEZ

No soy muy dado a recomendar en nuestros rincones insólitos lugares ubicados dentro del mismo municipio, pero en este caso la ocasión lo merece. El Museo del Vino de Bullas, que se encuentra junto a la propia Oficina de Turismo (mi reconocimiento al personal que trabaja allí) será nuestro primer destino, una visita que es conveniente tomarla con paciencia, calma y sosiego, lo mismo que el vino necesita para su perfecta fermentación.

Itinerario recomendado: lo normal es tomar la autovía del Noroeste, de Murcia a Bullas se llega por allí en poco más de media hora, pero os recomiendo una ruta alternativa, de caminos rurales, para que disfrutéis de parajes bonitos y diferentes.

Tomaremos la autovía del Noroeste, y a la altura de Mula nos saldremos para coger dirección Pliego. Una vez en esta localidad, tomamos dirección Casas Nuevas. Tras unos once kilómetros llegaremos a la misma, quedando dicha población a nuestra izquierda. Aquí hay que llevar cuidado pues el cruce no está señalizado, pero el paso de una rambla será nuestra referencia. Justo antes de iniciarse la bajada a la rambla, una carretera asfaltada a nuestra derecha nos llevará a Bullas. En esta carretera solo tendrás un cruce que nos puede hacer equivocarnos, al final un nuevo cruce, otra vez mal señalizado, nos espera. Hay que tomar a la derecha y en muy pocos kilómetros nos recibirá Bullas.

Una recomendación muy personal es que os acerquéis antes de tomar este cruce a Casas Nuevas, que sigáis un par de kilómetros hasta la Hospedería de Casas Nuevas, que ofrece una cocina que merece la pena. Un sitio donde pasar unos días de relax diferentes les vendría muy bien a algunos, lástima que todavía no disponga de piscina, que en verano, por el calor, se echa de menos. Ideal para primavera y para cenar en las noches de verano.

Bullas está haciendo un esfuerzo tremendo por dar a conocer una oferta alternativa y única, y lo está consiguiendo, solo falta que los propios murcianos dejemos de ensalzar lo de fuera y conozcamos lo nuestro.

Si uno es capaz de involucrarse en la cultura del vino, podrá saborear aún más esta visita. Desde el momento en el que entramos en el Museo del Vino sentirás que la visita va a merecer la pena, con una cuidada presentación y un itinerario corto pero intenso tendremos las pinceladas precisas para seguir nuestra ruta.

Una vez terminada la visita, os recomiendo que no os vayais de Bullas sin pasar por la Casa Museo de Pepe Marsilla, una visita original, donde una ´guía de lujo´ os enseñará la historia y rincones de esta casa. Bullas os ofrece a través de su web www.rutadelvino.bullas.es una oferta complementaria que hará todavía más atractivo, si cabe, este rincón insólito que merece la pena visitar.